25 de octubre de 1992 - 25 de octubre del 2010

Cuando alguien es sincero, es sincero.
Cuando alguien te hace reír, es la luz del día a día.
Cuando alguien es adorable, simplemente, lo es.
Cuando alguien es imperfecto, pero aún así le quieres, se crea la sensación de la perfección.
Pero cuando alguien reúne todo esto, solo puede tener un nombre: Fernando


Fer, contigo no haré esa pregunta de "¿Cómo empezar contigo", ya que, sinceramente, pienso que ya empecé por decirte todo lo que alberga dentro de mí hace tiempo y que lo único que he de hacer es terminarlo, terminar de contarte todo lo que hay.

"Desde el primer momento.. Te quiero". Sé que suena cursi, pero esa es la frase con la que comienzan mis pensamientos. Tienes pleno conocimiento sobre lo que significas para mí , lo grande que eres, la manera en la que debes valorarte y lo que te necesito. Y es que.. Creas la felicidad en la vida de cualquier persona por la que pasas, de hecho, conmigo lo hiciste: entendí eso de "tener un amigo" que a la vez puede llegar a ser el mayor confidente y una de las personas a las que más quieras en la vida. Un amigo con el que es posible tanto reír a carcajadas, como llorar a lágrima viva, aunque sea por estupideces que quedan entre los confidentes o incluso hablar sin temor a nada... Bueno... Sí... Con temor a oír un "¡QUÉ MIEDO!"


En definitiva, somos, o eso creo, almas gemelas destinadas a compartir vivencias que solo acaban de comenzar.. ¡Créeme! ¿No te has percatado de que pensamos igual, de que tenemos los mismos gustos y de que juntos parecemos grandes amigos aunque haya pasado menos de un año? Espero que dure mucho, mucho, muchísimo.. Y que durante el trayecto disfrutemos tanto como lo hemos hecho con canciones inventadas o con las largas conversaciones en las que usando palabras como "acosador" o "espumadera" reímos.

Gracias, Fer. ¡Ay, se me olvidaba una cosa! .. ¡ F E L I C I D A D E S ! <3

Lágrimas al oír tu nombre

Por más que intento buscar algo consistente en mí solo encuentro vacío y más vacío. No sé qué pensar de todo lo que me pasa en el día a día. ¿Me va bien o me va mal? Mi respuesta roza el pesimismo y tengo la explicación perfecta para ello, tú y yo, nosotros.

Lo que hablamos aquella noche es irreversible y es lo que más me hace enfurecer. ¿Acaso no sientes lo mismo? ¡Di que mientes, que todo lo que he llorado ha sido en vano, que nunca tuviste miedo, que me quieres y que jamás me dañarás! ¡Dilo! Si no lo haces, sabré que todo era verdad, que el amor nunca existió aunque yo lo haya echado de menos.