Enredado en mí mismo

Más de un año.

Soportar este peso, por poco que pueda parecer, es horrible. Sólo quiero vivir, tranquilo, sin pensar en él, sin recordar estupideces que cobran importancia y se oponen a todo lo demás porque mi mente es tan extremadamente retorcida que busca detalles mínimos para calmar mi ser. La verdad es la que hay y ésta, según él, no me es favorable.

Sin saber cómo actuar hablo como si nada pasara, sonrío cuando oigo su nombre y después disimulo y aseguro que no, que no quiero más que una amistad, que no pienso en el amor ya, que eso es algo del pasado, que todo fue un capricho... ¡Ay, los caprichos! ¿Nunca has sentido que un capricho se puede volver en una necesidad tal como beber agua o respirar? De eso hablo, del capricho principal del ser humano, el amor, el no hallar tu propia perfección por sólo tener en tu mente lo perfecta que es esa otra persona, quedarse completamente ciego, pensar en volar o volar sin pensar, hablo de soñar.

Más de un año.